lunes, 29 de agosto de 2016

¿De qué o quién soy hija y de qué o quién soy madre?




Soy hija de distintos nacimientos,
del silencio, la memoria y la búsqueda.
Soy hija de una barba tierna y tupida
y una mirada distraída.

Soy madre de niños que confían,
de mimos al despertar,
de palabras que encuentran oídos,
de sentires y no solo pensares.
Soy madre de mi ser más libre y adulto
y de mi padre en su agonía.

¿De qué o quién soy hija y de qué o quién soy madre?



Vivi

Soy hija del amor esperado,
de la mirada azul,
soy hija del silencio, del miedo,
hija del secreto
y de la ausencia.

Soy madre del estallido,
madre de la acción,
del beso infinito,
de la palabra,
madre de los lazos
y del abrazo.

¿De qué o quién soy hijo y de qué o quién soy padre?



Pablo

Soy hijo de la imprudencia,
de la incertidumbre y la competencia.

Hijo de una conejera,
de amplios espacios y cortas billeteras.

Pero también soy hijo de la música,
del arte y la desvergüenza.

Pero...

...también soy hijo de hijos complejos,
de abuelos presentes y amores incompletos.

Hijo del trabajo.
Hijo entre hijos.

Soy padre del futuro, de la historia inexistente;
de los que vienen y están.

Padre del desorden,
del cariño en miniatura, de lo pequeño.

Y claro, soy padre del arte, de la música,
de cortas billeteras, de padres complejos,
de la desvergüenza...

Padre del trabajo y la libertad.
Padre entre padres.

Soy un poco padre de lo que soy hijo...

¿De qué o quién soy hija y de qué o quién soy madre?



Lucía

Soy hija del calor estival,
de la imagen y de los aromas
soy hija del conflicto y de los tabúes
hija de la libertad disfrazada
y del cariño eterno.

Soy madre del amor sin fronteras,
madre de la transparencia
del amor perseverante,
del juego
madre de las lágrimas
y de la risa.

martes, 2 de agosto de 2016




Pablo Picasso

La habitación azul. Picasso, 1901

(Escena escrita por Lucía Sanjurjo)



Cuarto con cama de una plaza, mobiliario antiguo y en malas condiciones. En las paredes hay afiches enmarcados de una bailarina. Una mujer pisando los treinta está sentada en la cama, con una toalla en la cabeza y a medio vestir. Mira cada rincón del cuarto y mira hacia el piso, lo hace reiteradas veces mientras se saca la toalla de la cabeza y comienza a desenredarse el pelo mojado. Se pone unos jeans, la última prenda que le quedaba por vestir. Todo lo hace con movimientos lentos y pausados. De fondo, no muy fuerte se escucha “Anarchy in the UK” de los Pistols.

Golpean la puerta.


Lila: Ya voy! Deciles que bajo en cinco.


Alma: Dale, nena! Ya llegaron todos, hasta los que vienen de Buenos Aires.


Entra al cuarto una mujer mayor, muy bien vestida y maquillada exageradamente. Mira a la chica de arriba abajo.


Alma: ¿Todavía estás así? ¿No te vas a arreglar un poco más?


Lila (peinándose): Para lo desarreglada que estoy por dentro, estoy divina…


Alma (mientras endereza el marco de uno de los afiches): Lila, esto ya lo hablamos mucho, más de lo necesario diría yo. Me imagino que con la psicóloga también lo habrás hablado, ya pasaron varios meses. Lila la mira con el peine detenido en un nudo de su pelo.


Lila: Alma, abuela, yo entiendo que estés ansiosa, son tus parientes…


Alma (interrumpe): son tus parientes también! Dale, apurate, tu padre hubiera estado listo en diez minutos.


Lila guarda algunas de sus prendas en una valija y queda inmóvil cuando escucha la última frase. Su cuerpo se tensa pero vuelve a la situación de pasividad.


Alma: Tu madre llamó hace un rato, te estabas bañando, no quiso dejar mensaje, apenas me saludó. Dijo que cuando puedas la llames.


Lila: Debe tener cargo de conciencia, para que llame a tu casa…


Ruido de vasos, voces saludándose, pasos y puertas que se abren y cierran conforman un murmullo que va aumentando de volumen.


Alma: Nena, los invitados se deben estar preguntando qué pasa que no bajás!


Lila (ojos llenos de lágrimas, cambia la calma abúlica que tenía, por una ira contenida): Los invitados que se pudran ahí abajo! Me importa tres carajos lo que piensen! En mí quién pensó antes, eh? Mi madre cuándo me dijo que mi padre era otra persona? Vos, cuándo te enteraste que tenías una nieta de dos años y te callaste la boca? Una mierda te importé yo, una mierda te importó tu hijo que se murió sin saber que yo existía!!! Yo esperé 27 años, sin saber que esperaba, y esa manga de pelotudos no pueden esperar media hora?


Alma (la mira con una mezcla de miedo y enojo y se sienta en una silla): Pero nena, no grites así! Fue culpa de tu mamá, ya lo sabés.


Lila (sigue poniendo ropa en la valija): Cómo les gusta a todos ustedes la palabra culpa, eh!! A todos! No se salva uno! Vos, mi mamá, mis tíos (buitres son esos), justo cuando me ven en el teatro (señala un afiche) se interesan por su sobrina.


Lila (agarra el celular y manda un mensaje de voz por whatsapp): Ale, perdoname, a casa hoy no voy a volver, no te preocupes, te quiero (llorando) yo después te llamo y te digo qué voy a hacer.

Sube el volumen de la música (ahora es “WhoMadeWho” de ACDC). Cierra la valija, la agarra, abre la puerta y grita:


Lila: Pueden irse a sus casas nomás, el culebrón se terminó, si quieren vayan a mirar la novela de la tarde, a mí no me joden más!!


Sale de la habitación dando un portazo. Alma se destapa los oídos que previamente se había tapado con sus manos, se para súbitamente y sale tras ella. Nena, qué hacés?! Qué hacés?!
Habitación vacía con música de ACDC.